
Una web es como un cuadro. Hay que elegir la forma, el tamaño, los colores, el tema, la técnica… Y para esto la persona que encarga la obra debe tener una idea previa de lo que quiere, pero también dejarse guiar por el artista.
El proceso es emocionante: desde el primer boceto hasta la última pincelada, todo debe estar calculado, pero sin que se note.
Y lo más importante de todo: Google debe saber que ese nuevo cuadro que llega a su amplísimo museo, esa página web recién nacida, es perfecta para posicionar, es decir, para exhibir la primera, como si fuera un cuadro, en sus mejores salas.
Google es el director supremo: su objetivo es garantizar que sus usuarios encuentran exactamente lo que buscan, de una forma rápida y satisfactoria. Si tu página web cumple todos sus requisitos -y aquí es donde entramos en juego- el director supremo la colocará entre las primeras de la lista.
Primer paso: consultoría
El primer paso del éxito en la creación de una página web es saber qué quiere la persona que la encarga. ¿Sabes qué quieres?
En https://fidelcarrera.es nos encanta explicar trucos, ideas, consejos… qué visión tenemos de tu futuro proyecto online.
Pero… solemos encontrar un enemigo encarnizado: la falta de tiempo del cliente. Tu falta de tiempo.

El presidente número 34 de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, reconocido militar y estratega, y creador de la famosa matriz que lleva su nombre aseguró que “los planes no valen nada, la planificación lo es todo”.
Hay que saber diferenciar lo urgente de lo importante, y una buena planificación de la página web de tu negocio o proyecto no será urgente, pero es una de las tareas más importantes que tenemos por delante.
Orientarte para que estés orgulloso de tu página web es parte del trabajo de creación de una web. Así que necesitamos conocerte.
No será una auditoría, ni un aburrido listado de ideas. Será una conversación en la que nos explicarás los detalles de tu visión.
Imagina que quieres un cuadro para tu salón…
Si fueras a ver a un artista para encargarle un cuadro para poner en el salón de tu casa, no lo dejarías a su elección. Para eso puedes acudir a un interiorista.
Si quisieras un cuadro normalito, irías a buscarlo tú mismo y adaptarías lo que encuentres en el mercado al espacio que tienes libre en el salón.
Si fueras muy atrevido, podrías tratar de aprender cómo se hace un cuadro. ¡Seguro que te hace mucha ilusión! Comprar el lienzo, los colores, los pinceles… Puede que tras el primer trazo descubras que no ha sido tan buena idea y que acabes teniendo el típico “lo que sale en el modelo versus lo que me ha salido a mi”
Con una página web ocurre lo mismo.
Si no la sabes hacer y acudes a una plantilla de wordpress… corres el riesgo de que todo tu trabajo y aprendizaje sean inútiles porque la página no cargue bien, sea lenta, no tenga las fotos optimizadas, no tenga textos profesionales… y lo que es peor: que Google la ignore por completo. ¡Tanto esfuerzo para nada!
Y lo mismo sucedería si te conformas con una plantilla cualquiera, y que alguien la complete.
Así que… ¡Exacto! Necesitamos conocerte para pintar la mejor obra de arte que hayas visto y colgarla en el museo más grande del mundo. Y encima que la aplaudan, la visiten, la recomienden, y aparezca en la sala principal y más importante.
Puedes leer la segunda parte de este artículo en ¿Cómo creamos una web? Segunda parte: te hacemos un dibujo
No nos cansaremos de insistir: habla con nosotros. Es el camino del éxito para el desarrollo de tu web.