
“No hay límites de velocidad en el camino hacia el éxito”
Es una frase del profesor de psicología David W. Johnson, Universidad de Minnesota, quien ha escrito varios libros relacionados con el aprendizaje y destinados a mejorar las prácticas dentro de los sistemas educativos. A nosotros nos viene perfecta.
Porque precisamente, la velocidad es uno de nuestros objetivos a la hora de crear una web, no porque la hagamos rápido -que también- sino porque la optimizamos de tal manera para que cargue en menos de un segundo.
Alojamos la web de todos nuestros clientes en los servidores de Google, los mejores, más rápidos y optimizados del mundo (sin coste adicional). Realizamos un mantenimiento diario, con actualizaciones y copias de seguridad, y estamos siempre atentos a que todo funcione para que la velocidad de carga no disminuya.
Vamos a pensar un momento: ¿cuánto tiempo eres capaz de esperar hasta que la página que quieres visitar se abra? No más de cinco segundos. A veces menos. ¿Sabes cuánto tardan en abrirse algunas páginas profesionales? Hasta veinte segundos. Nadie espera tanto tiempo. Simplemente se van a otra.
Vamos a ponerle nombre: el dominio
Chinchetas.com, piruletas.es, cachivaches.org… el dominio es el nombre de tu web. Es muy importante y por ese motivo tienes que encargarte tú de comprarlo, aunque si no puedes o no sabes, te ayudamos.
Tal y como nos gusta explicarlo, el dominio es como las escrituras de una casa: no se te ocurriría jamás enviar a alguien a que compre tu casa y firme tus escrituras, ¿verdad? Porque ya no sería tu casa, sería la suya.
En el mundo de la creación de páginas web ha pasado y seguirá pasando: el cliente no está contento con el trabajo realizado por el diseñador de su web y éste, “picado”, no quiere darle ni la web ni el dominio para que pruebe con otro profesional. Resultado, hay que empezar de cero.
Y lo peor: ya no puedes llamarte cachivaches.org, ahora tendrás que ser tuscachivaches.org o muchoscachivaches.org… con lo que perderás toda a autoridad adquirida con Google mientras tu página tenía el nombre original. Y ya sabemos que Google es el director supremo de su museo que decide, siguiendo su algoritmo, qué cuadro aparece en qué sala. Y si el tuyo cambia de nombre… pues otra vez a la casilla de salida. A la sala de los que no busca casi nadie.
Así que piensa bien cómo se va a llamar tu web, y compra su nombre. Por supuesto, te ayudaremos, pero este paso debes darlo tú.
¿Dónde colocaremos la web?
En un hosting. Traducido al castellano como “alojamiento”.
Lo hemos comentado al principio de esta entrada. Nosotros alojamos las webs en los servidores de Google, el gran hotel donde viven las buenas webs.

Por supuestos, sabemos hacer cosas que te sonarán complicadas como diseñar un servidor a medida, con procesador de cuatro, seis, ocho… núcleos, ocho gigas de memoria RAM y mucho espacio de disco duro… Pero no es lo más habitual.
Lo normal es que quieras alojar tu web en nuestro servidor, el hotel de cinco estrellas que son los servidores de Google, optimizados y perfectos.
Aunque también nos hemos encontrado casos en los que ni lo primero ni lo segundo: puede que el propietario de un negocio más bien humilde, como una pequeña papelería de pueblo, no quiera invertir dinero en el servidor y se decida por la opción más batata para gestionarla sin ayuda.
Lo que va a pasar, es una realidad, es que en muy poco tiempo acumulará actualizaciones pendientes y tendrá la web desmontada… Una pena, vamos.
Así que, queremos que te informes y que elijas el alojamiento más adecuado para tu web, ya sea un hotelazo o un humilde hostal.
Más detalles para tener en cuenta: SSL
Puede que no te hayas fijado, pero hay webs que empiezan por https, y otras sólo por http. Haz la prueba.
Si tratas de entrar en una página que sea http… probablemente saltarán las medidas de seguridad de tu dispositivo -las tienes actualizadas, ¿verdad?- . La S del final representa el certificado de seguridad SSL.
Por cierto, en nuestro servidor está incluido en el precio. Muchos diseñadores web lo cobran aparte, otros sólo ofrecen uno, otros no dan ninguno… nosotros los tenemos ilimitados.
¿Has oído hablar de DNS?
Nosotros configuramos este protocolo. Pero también vinculamos el dominio al hosting por DNS, lo que significa que hacemos que tu nombre de dominio, cachivaches.org, que se escribe en la barra del navegador, sea capaz de conectar con el contenido de la página que se encuentra en el servidor.
Es decir: cuando buscamos una página por internet, entramos en nuestro dispositivo, vamos al navegador, escribimos el nombre… y, si está creada por nosotros, se carga volando. Este proceso no se compone de cables mágicos que llevan y traen la información. El DNS es un sistema de nombres de dominio que conecta el nombre de la página con el lugar en el que se encuentra, es decir, con el servidor.
Además, hace de traductor. Todo ordenador y toda página web tiene un IP -un protocolo de internet- que es una especie de carnet de identidad compuesto por muchos números. ¿Te imaginas tener que memorizar la dirección 123.654.3489876.87643… para entrar en cachivaches.org? ¡NO! Es más fácil recordar el nombre de la página.
El DNS traduce el nombre de la web que estás buscando a la secuencia de números que representa. Y la encuentra. Así de sencillo.
Más siglas interesantes, la CDN
Pero no sólo hacemos esto. Creamos las cuentas de mail, si son necesarias, y si es menester, configuramos una CDN, lo que significa que copiamos tu web en diferentes servidores de todo el mundo, para que cargue muy rápido, independientemente desde el país del que la estén visitando.
¡Y el PHP!
Para poder escribir la web, elegimos la versión PHP –el lenguaje de programación– más adecuada. Y esto es muy importante porque hay mucho WordPress vagando por internet en PHP 5,6, que es una versión completamente desactualizada, insegura y muy, muy, muy lenta… Y a nosotros, como a Google, nos encanta la velocidad.
Es una versión cargadita de problemas, pero… como viene por defecto en muchos servidores, muchos “diseñadores” -muy petardos, esa es la realidad, tenía que decirse y se ha dicho- ni siquiera entran a cambiarlo, y meten el WordPress en una versión obsoleta.
Nuestro servidor soporta la versión 8 de PHP, que es mucho más rápida, segura y optimizada, aunque oficialmente WordPress todavía soporta hasta la 7.4.
Y por último… de momento, claro, elegimos cómo se desarrollará la web, si en WordPress -diseñando y programando nuestras plantillas (nunca jamás usamos plantillas de terceros)- o a código, a mano. Las diferencias de ambos sistemas están en esta página.
¡Aún no hemos acabado! Nos queda hablar de diseño, de maquetación, de SEO…
Aprende más sobre cómo crearemos tu página web.